Accionista
Podemos definir el accionista como aquella persona física o jurídica que tiene una o más acciones de una empresa en la bolsa de valores y que le concede cierta titularidad en la empresa, proporcionándole la condición de propietario y también la de socio de la organización.
Los derechos y obligaciones que posea respecto a la empresa se encontrarán en proporción directa a las acciones que posea de la misma.
Además, de forma detallada, la posesión de una acción otorga derechos en diferentes ámbitos, pero el principal es un derecho económico, pero también ciertos poderes sobre la gestión.
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A nivel económico, la acción proporcionará una serie de dividendos, que dependerá no solo de los beneficios de la organización, sino también de la política de dividendos que lleve a cabo, donde se podrá orientar a la reinversión de los beneficios en la organización, al reparto entre los accionistas o a una combinación de ambas.
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A nivel de gestión, hace referencia a aquellos derechos relacionados con la toma de decisiones dentro de la organización, como pueden ser los derechos de voto y el acceso a la información de la empresa para tener información sobre la situación en la que se encuentre la empresa.
Como mencionábamos el volumen de acciones que posea el inversor o accionista será directamente proporcional al nivel de participación que podrá tener. Si el accionista tiene un elevado número de acciones, tendrá una mayor capacidad de participar en la administración de la organización y por tanto en su dirección estratégica y económica entre otras.
En términos generales lo común es que el accionista posea una participación con cierto compromiso con la sociedad, donde no solo lleve a cabo una aportación, sino que también se encargue de la gestión en función al número de acciones. Aunque también se podrán encontrar accionistas que lleven a cabo una delegación de las tareas aplicables a la gestión y por lo tanto, estos solo ejercerán su derecho de cobrar el dividendo asociado a la acción.
Es este caso, suele ser habitual en aquellos inversores que compran acciones en la bolsa de valores. Estos compran acciones con el objetivo de obtener beneficios, pero sin llegar a participar en la gestión dentro de la sociedad.
A parte de los derechos que le otorgan a los socios la propiedad de la acción, también estarán sujetos a una serie de obligaciones sujetas a la actividad de la empresa.
Se debe de tener en cuenta que, a aparte de la propia aportación del capital como obligación para ser accionista, se pueden fijar ciertas prestaciones accesorias que se recogen en la ley de sociedades de capital.
Estas prestaciones no deben integrar el capital social estableciendo la obligación de hacer o no algo por la empresa.
En caso de que no existan este tipo de prestaciones, será necesario que en el régimen se encuentre establecido los estatutos de la constitución de la sociedad.
Como se puede observar el tener la condición de accionista plantea una serie de derechos y obligaciones que tendrá este con la sociedad. Este tipo de obligaciones como hemos indicado deberán estar recogidas en los estatutos, de forma que cualquier persona pueda revisarlas.